Ayer hacía 3 años que estoy con mi novio, y sólo os puedo decir a todos que os enamoréis, que es la mejor sensación del mundo!!!
Hace tiempo que no empiezo a enamorarme, pero puede recordar como el primer día, todo lo que sentía:
Típicamente, se suele decir que tienes cosquillas en el estómago, como mariposillas, cada vez que hablas con él, como u vuelco al corazón; yo lo puedo corroborar, loque sientes son unos nervios horrorosos, que hacen que sólo puedas tartamudear cuando tienes algo que decir. No sabes si estará bien lo que dices o cómo lo dices, la cara que pones o el modo en el que acabas la frase...Es algo que sólo se siente cuando el amor está latente.
Llegas cada día a casa y lo primero que haces es mirar cualquier forma de contactarle, saber algo de él, qué hace o qué piensa. Cuando lo sabes todo, te tumbas en tu cama y comienzas a pensar, empiezas a soñar despierta, imaginas un mundo ideal junto a él, piensas en cómo serían las coasas si pudieráis estar el uno al lado del otro; pero enseguida intentas borrar esa imágen de tu cabeza, te parece impensable.
Cuando estas dos cosas te han pasado, ya está preparado para la presión psicológica, es decir, ya puedes contarle a tus amigos lo que te pasa por, aunque sigues negando que sientes algo; "no,no, por nada del mundo". Ellos, que no están cegados como tú, te intentan convencer, hasta que un día lo aceptas, estás locamente enamorada y tienes que comenzar la táctica de ataque.
Ahora el amor crece de una forma descomunal, se multiplica por 10 o por 20 cada día, ahora ya no tiene límites, lo puedes querer cuanto quieras y puedas, ya puedes suspirar por él, da igual, tú sabes que es por él, no hay duda.
De cualquier extraña forma acabas saliendo con él, y aquí termina la fase uno del enamoramiento.
Ahora llega la segunda ronda, ahora el amor no se debe a la imposiblidad de conseguirlo, ya lo tienes.
Los sentimientos de ahora son muy distintos. Bueno, en él sigues pensando, pero durante todo el tiempo y muy intensamente, tanto que a veces parece que está sentado junto a ti, lo oyes respirar, sientes la calidez de sus manos rodeándote e incluso puedes oir como te habla.
Te convertirás ahora en su legítima defensa, no podrán tocarlo sin pasar antes por ti, si le hicieran daño, la culpa sería completamente tuya. Además siempre tendrá razón ante los demás, por muy estúpido que sea lo que dice, para ti será lo más coherente, y nada más es mejor. En realidad sí que hay algo mejor, es ÉL en general, todo enterito, y ni hoy ni nunca podrán superarlo. Quizás tenga algún defectillo, pero tú pensarás que es totalmente razonable, que no tiene importancia, y que sigue siendo un Dios!
Llega el momento impensable de la relación, una discusión...¿qué era eso? no lo conocías con él. La verdad es que te haces la enfadada, porque no aguantas ni un minuto sin dirigirle la palabra, abrazarlo o reírte con él. Te dices que tienes que ser fuerte y poner cara de enfado, te lo repites con insistencia, porque sino hará lo que quiera contigo, pero como mucho te dura el rato de ir al servicio, hacer pis y volver. Vienes meditando y chillándote: "no lo hagas", pero no aguantas y al final hablas como si nada hubiera pasado, le das incluso un beso y cuando esa noche te acuestas piensas en lo perfecto que es.
Tu momento ante los padres ha llegado, les cuentas que has conocido a una maravillosa persona, que es perfecto, en cualquier conversación sale su nombre, lo pones como ejemplo en todo. Con tus amigos pasa lo mismo, no hay conversación en la que él no intervenga, recordemos que lo que él dice es lo mejor.
Además, tus salidas con ambos, padres y amigos, disminuyen; tú quieres estar con ellos, pero él te tira más; prefieres perder un día entero con ellos por estar unas horillas con él.
Cada vez que tienes un momento de ausencia en tu cabeza, miras a un punto en la lejanía y empiezas a pensar en él. Relacionas la canción que estás escuchando con cualquier momento de vuestra vida en común, recuerdas lo último que hicistéis juntos o lo que vais a hacer luego. Aquí llega el momento presencia del ausente que antes comenté; puedes saber perfectamente lo que estaría diciendo en ese momento, lo que llevaría puesto, en el modo en el que te miraría o el tamaño de ...su sonrisa. Ahora te toca un hombro, la que sonríes eres tú, cierras los ojos y... bueno, te dices a ti misma que no hay nadie, que te centres, sigue estudiando, pero cuando vuelves la vista al papeli, todo comienza de nuevo.
EL AMOR ES MUCHO MÁS QUE ESTO, MÁS COSAS QUE NO SE PUEDEN EXPLICAR O QUE NO PUEDO RESUMIR MÁS. YO SIENTO TODO ESTO Y MUCHO MÁS SUMANDO EL COSQUILLEO DEL PRINCIPIO, PORQUE CADA DÍA ME VUELVO A ENAMORAR.
UNA ENAMORADA (Cris)
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