Muchas novedades han pasado desde que volvía, nueva casa, nueva gente, nuevas comidas, nuevas bebidas, nuevas fiestas, nuevas habilidades... mucho mucho que aprender. Pero hoy voy a dedicar mi post a mi último viaje:
Sábado, 6 de la mañana rumbo a Suiza, Lausanne y Genève nos esperaban.
Genève, una de las ciudades más grandes de Suiza (la segunda despues de Zurich), famosa, como el resto, por sus relojes, bancos, chocolates y navajas; La ciudad es conocida como la Capital Internacional de Suiza o simplemente como Ciudad internacional a raíz de las numerosas organizaciones mundiales que tienen su sede en ella. La ciudad se encuentra situada en la embocadura del lago Lehman en el río Ródano.
Cogimos un tren en Lausanne que nos llevara hasta Ginebra (20 minutos de tren 36€, ya se comenzaba a notar que estamos en uno de los países más caros de Europa; además de porque había que pagar en francos suizos jeje). No hacía muy buen tiempo, así que dimos vueltas por toda la ciudad, sin parar si quiera para comer. Vimos aquello más importante de la ciudad (véase el lago Lehman con su enorme fuente y el Mont Blanc al fondo, un reloj hecho con flores, la catedral, una de las pocas catedrales protestantes de europa y la sede de la ONU). Entre el cansacio, el mal tiempo y el calor que yo tenía (porque pensé que en lugar de ir a Suiza iba al polo norte) a las 17.00h íbamos de vuelta a Lausanne para dormir en nuestro albergue.
40€ por dormir 5 personas en una habitación, no está nada mal, pero la verdad, que para ser el albergue más barato que había, no estaba nada mal. De hecho, si vas a un hostal normalito en España, no creo que sea mucho mejor que aquello. Compramos unas pizzas que cocinamos en el bufet del albergue (algo que no cabría en la cabeza de ningún lugar español. Charlamos durante mucho rato, pero a las 22.00h estábamos durmiendo.
*Costumbre extraña la de los alemanes la de dormir con la ventana abierta en pleno invierno.. jaja
Domingo, Lausanne, un gran paseo por toda la ciudad, incluido el lego Lehman, que es tan grande que parece un mar, que como podéis ver, ocupa más de una ciudad suiza. También visitamos su catedral. Lausanne es conocida como la ciudad olímpica, ya que es sede del Comité Olímpico Internacional.
Qué pienso de Suiza? que es un país sin personalidad, neutral en todos los sentidos. No hay una arquitectura definida, ni una gastronomía, ni una lengua, ni un carácter... nada, no hay una señal que nos indique: ESTO ES SUIZA. Además destacar que me esperaba algo más de este pequeño gran país, sin embargo, todo era triste, oscuro y aburrido como Francia. Sus paisajes son lo único que podría destacar.
Un beso y à la prochaine!
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